una nueva ciudad, un nuevo integrante

Después de estar años vagando por doquier, llego a una ciudad. Neoverona dicen que se llama. Poco a poco me voy acercando, sintiendo mi curiosidad aumentar. Hay un olor en el aire que me llama la atención. Otros de mi misma raza. Sin pensarlo, sigo adelante, ingresando a las calles del lugar.
El sol de la tarde se encuentra en el cielo, iluminando todo a la vista.
Personas caminan por las calles, animales, todo parece muy normal. Suelto un suspiro, dudo que mi primer contacto sea con otro lycan, sin embargo, decido recorrer más la zona. Conocerla, aprender cada detalle. Siempre tratando de pasar desapercibida. Suelto un bufido, sí, claro, con esta actitud reservada encontraré a otros como yo. Sacudo la cabeza.
Después de unos cuantos minutos, hice un mapa mental de la zona. Barrios bajos oí murmurar a algunos, así lo llamaban. Fruncí el ceño, ¿por qué clasificarlo de esta manera? Me encogí de hombros. Allá ellos, cada lugar es un mundo diferente.
Sigo caminando, tratando de aprender más de los ciudadanos.
Pasan más minutos, o una hora, váyase a saber cuánto tiempo pasé vagando, la cosa es que seguía sin encontrar a nadie de mi especie.
Cabizbaja por mi desilusión, decidí buscar algún refugio, algún lugar donde poder pasar la noche. Más vale estar prevenida, me aseguro mentalmente.