Rezando Con Un vampiro [Lucifer Verandini]

por **Marié Lagerlof** Mar Sep 20, 2011 10:36 pm

Hija Debes ir a rezar
Decia la voz masculina de mi padre, como era de costumbre el me obligaba a ir a la iglesia prácticamente todos los días, aveces pensaba si realmente queria que me casase o que me volviese monja realmente no le entendía, era simplemente contradictorio, además otro motivo para odiarle, tener que ponerme aquellos vestidos, y trapos para ir a rezar, llevaba un hermoso vestido de un color azul verdoso que combinaba con mis ojos, guantes largos blancos, y un velo blanco en mi rostro, junto con un pequeño sombrero con un tocado de flores, y tela de malla, mas ropa mas telas, como detestaba aquello, si fuera por mi iria no desnuda pero almenos en vestidos mas sencillos por la calle.
-Dios aquel que no existe al que no me gusta rezarle, porque tienes que ser una creencia fija?
Decia mas a reproche hacia aquel ser que no existía que en modo de oración,

por **Lucifer Verðandi** Jue Sep 22, 2011 7:26 pm

Caminó por las calles, severamente aburrido. Anoche se había alimentado, y cabe decir que de una forma bastante ruidosa, por lo que hasta él mismo sabía que sería una imprudencia engatusar a alguna que rondase el lugar, aunque... ¡Ay, cómo se le hacía agua la boca! Lucifer exhaló con fuerza, frustrado. ¿Qué haría hoy? Hizo una pausa en su caminata sin rumbo fijo por las calles de la ciudad para acomodarse la capucha, puesto que estaba bajo el pleno sol de mediodía, y aunque se puede presumir que resistía bastante... Bueno, mejor prevenir que lamentar. Con sus ojos color mar recorrió la plazoleta en la que se encontraba, dudando... ¿Lo hago, o no lo hago? Pensó. Se arriesgaba a ser descubierto, sin embargo, bien fácilmente podía huir, así sin más... El vampiro se relamió los labios, pensando en distintos paraísos selectos a los que podría ir, mientras seguía a la joven envuelta en un vestido azul verdoso que iba camino a la iglesia.

Al llegar ante la puerta, Lucifer hizo una mueca burlona, caracterizó una reverencia con el mismo estilo y entró, olvidándose momentáneamente de sus fantasías y regodeándose con la ironía de la situación.
Se quedó en la última fila, con la cabeza gacha y ambas manos en los bolsillos, ligeramente sorprendido por el tono de reproche de la joven, mas sus palabras. Lucifer soltó un silbido y una risa, incapaz de contenerse.

–Tu falta de fe es más que obvia. –Comentó en tono despreocupado, fijando la vista en una estatua del arcángel Miguel, que parecía devolverle la mirada. Lucifer enarcó una ceja con desdén y regresó su atención a la chica. ¿Creería en sus últimos segundos? ¿Suplicaría, rezándole a un Dios inexistente? El joven Verdandi se acercó con su típica supervelocidad, y al llegar frente a ella, su sonrisa se anchó. Era bonita, de eso no cabía duda. –A fin de cuentas, bien podría ir a Roma...– Susurró en con la sonrisa de ansias todavía en el rostro, mientras que se acercaba lo mayor posible a la muchacha, especialmente contento de que ésta no entendiese a qué se refería.

Spoiler:

por **Marié Lagerlof** Jue Sep 22, 2011 7:56 pm

Hacia rato habia podido escuchar los pasos de alguien mas en la iglesia, alguien me acompa;aba en aquella solitaria capilla, que alma religiosa estaría allí conmigo, me trate de concentrar aquel momento de silencio, inmediatamente un escalofrió recorrió mi espalda, no podía definir latidos de un corazón. Habia escuchado de los vampiros de NeoVerona, pero nunca antes me había encontrado con uno había crecido en mi virginal prisión en la playa, lejos de todo aquel ser de la oscuridad que pudiese dañarme de algún modo, era lo que decía mi padre al menos.

~Tanto asi se nota?

Mencione con una sonrisa dibujada en el rostro, a aquel ser que se había reido después de escuchar mi comentario, sin voltear ni moverme, me quede allí, quieta en mi sitio, no le daría pie a que pensara que podía alimentarse de mi, no eso nunca! La cantidad de estatuas, detalles e imágenes me parecía ridícula, confirmaba mas en mi aquel pensar anticristiano que ese dios que tanto proclamaban no existía

~Roma? A ver al papa? Si lo haces le mandas mis desgracias porfavor

Mi voz dulce y melódica, salía con un tono ciertamente algo satirico, que finalizaba con un poco de risa, el joven se había acercado a una velocidad increíble, mi padre siempre me había mantenido lejos de los chicos, hasta para buscarme matrimonio, nunca había estado tan próxima a un ente masculino y mucho menos tan apuesto como el, tenia un cabello rubio, y vestia simple y sencillo, que envidia pensé, como desearía yo poder andar asi, sin tener que escuchar reclamos o quejas!

por **Lucifer Verðandi** Sáb Sep 24, 2011 12:30 am

Lucifer ladeó la cabeza, sonriente. Aquella muchacha lo atraía de cierta inquietante manera, cada vez más y más... Pero era sólo una presa, se dijo el vampiro. Era su olor y nada más lo que lo impulsaba a acercársele, ¿qué si no?
–Sí, y bastante... Deberías cuidar tus apariencias, chiquilla.. Los cristianos son muy... Drásticos. –El vampiro hizo una muesca de disgusto pensando en alguno que otro crimen que los hombres había hecho en nombre de su "Dios", que fue rápidamente remplazada por una carcajada. Elevó el rostro al cielo, divertido por las últimas palabras de la joven.

–Personalmente, no creo que al Papa le agrade mi presencia... Ni siquiera el hecho de que exista... Y si algún día lo llego a ver, te aseguro que no será para charlar amistosamente... –Ronroneó Lucifer, más a gusto de lo que debería. –Pero por más drásticos que sean... –Pensó en voz alta, encogiéndose de hombros. –Es tan divertido ver su miedo... ¡Y eme aquí!– Gimió en otro susurro, mientras estudiaba a Miguel, el arcángel. Regresó su atención a la muchacha, que lo estudiaba a él. A Lucifer se le anchó la sonrisa. –¿Tú tienes miedo? Éste no ha sido el mejor día para venir a expresar tus quejas al Señor, créeme... –Se relamió los labios y se le acercó, dejando entre ambos centímetros de distancia, separados prácticamente por sus narices.
Su olor era tan... Irresistible.... Lucifer soltó un suspiro, esforzándose por contenerse. Todavía no... Primero, se dijo, quería tener una buena razón para tener que huir de NeoVerona.
Pasó las manos por los hombros de la chica, acariciando con sus finos dedos la tela del vestido. Paciencia... Paciencia...

por **Marié Lagerlof** Sáb Sep 24, 2011 12:27 pm

Ya decia yo, que esto era muy raro. Seria un vampiro enviado por algún enemigo de mi padre? Si era asi, me atraía mi propio enemigo? NO! Debía borrarme eso d ela mente, no podía atraerme aquel vampiro, por que precisamente era eso un vampiro el me veía como comida, como un simple aperitivo, el solo queria jugar conmigo. Si eso era, no era mas que un vampiro maleducado y pervertido que gustaba de jugar con su comida, eso era todo.

~El miedo de los humanos es irracional… la mayoría de las veces

Mis palabras salieron filosas y cortantes, mientras mis labios se curveaban con una ligera sonrisa, era cierto, yo también dudaba de que todavía existiese, y tambiene ra cierto que ese tipo de personas no queria a las personas como el y como yo, claro si es que ese ser que tenia frente a mi con una actitud muy retadora se podía a llegar llamar gente ~ No no tengo miedo… ~ dije con una seguridad usual en mi mas en un tono de voz no muy alto, pero tampoco a nivel de susurro, sonaba calmada ~Seria ironico tenerle miedo a alguien tan ridículo..~ una sonrisa sacarrona se dibujo en mi rostro hasta que aquel enigmatico personaje se acercara a mi, mis mejillas se sonrojaron enormemente mas de vergüenza que de ira, aquello era semejante abuso hacia mi persona, yo simplemente no sabia que hacer en momentos como esos no sabia si debía empujarle y alejar a aquel vampiro o si bien debía tomarlo por la camisa y besarle apasionadamente, mi mente me confundía cada vez mas, mi cuerpo simplemente reacciono propinandole una bofetada, no sabia que habia hecho pero no me retractaria tampoco ~No se pase!~ dije separándome de el, mi voz sonaba un poco molesta ya había ido demasiado lejos al rozar sus delicadas manos con la tela de mi vestido ~Disculpe pero debo retirarme~ le di la espalda y empece a caminar fuera de la iglesia a la luz del dia, lejos de aquel ser que queria devorarme, pero si bien yo ya no sabia en que sentido.

por **Lucifer Verðandi** Mar Oct 04, 2011 5:58 pm

–Pero usted no es humana. –Adivinó Lucifer, divertido. Y claro que no era humana. Su olor, en ciertos sentidos, era más salvaje, pero al mismo tiempo había sido amainado. Estaba al menos con un noventa por ciento seguro de que aquella chica era una mujer loba, aunque bastante controlada. Seguramente hija de algún otro señoritongo cuya raza había ocultado, o parte de un clan de Lycans adinerado. Tenía idea de que había bastantes así en NeoVerona. Licántropa, perra, y miles de apodos más se les habían asignado a lo largo de los siglos. Y a pesar de todo, Lucifer nunca había visto como inconveniente alimentarse de uno, o tener relaciones. Era, en cierto sentido, muchísimo más divertido, se dijo, dado que no tenía que cuidar tanto su fuerza... Su sangre, por otro lado, era deliciosa. Menos dulce que la humana, más intensa.

Enarcó una ceja. Él no era ridículo, por supuesto que no. Y era momento de demostrárselo a esa cría arrogante de olor tan delicioso, y curvas tan atrayentes.
–Pero si yo te percibo, criatura, y te aseguro que tienes miedo... –Mintió. La muchacha lo interrumpió a media caricia con una bofetada y un grito. No, no había tenido miedo, y Lucifer lo sabía. Pero ahora estaba furiosa y avergonzada, y para deleite suyo, confundida. ¿Y cómo no iba a estarlo -se dijo- si estaba hablando con él? –No te disculpo, y no te vas a ir... –Canturreó con una risa, cerrándole el paso y agarrándola por los brazos. –Eres como un perro domesticado. –Arrugó la nariz con cierto disgusto. –Vamos a tener que corregir eso... Suéltate chica. –Le guiñó un ojo, coqueto, y aligeró la presión que mantenía sobre ella. – ¿En serio te quieres ir? Si ayuda en algo, no estoy sediento... –Le susurró. Tal vez eso no era del todo una verdad, puesto que Lucifer siempre estaba sediento. Pero sí era cierto que estaba controlable... El vampiro se acercó con lentitud a ella, quedando a centímetros de sus labios, sonrió seductor.

por **Marié Lagerlof** Sáb Oct 29, 2011 9:35 am

-No ayuda en nada que no estes sediento- dije quedándome inmóvil a su merced, yo sabia que tenia ms fuerza que aquel vampirico ser, mas no en esta forma humana, y no me transformaría enfrente de todos, no cometeria ese error. Mantuve mi fiera mirada a sus ojos, eran atrayentes, sus labios daban ganas d ebesarlos, peor no podía dejarme llevar por mis instintos mi padre había luchado mucho por eso…

Perro domesticado

Esa oración fue un puñal al corazón no me daba cuenta de que hacia, obedecía fielmente como un perro a su amo a aquel ser que tanto repudiaba, por sus acciones con respecto a mi persona, al fin habria encontrado a alguien que me hacia ver las cosas como eran? Esperen, no podría ser que me estuviese manipulando? Si lo mas probable, todo lo que ese ser quería era o mi adictiva sangre o tal vez solo tal vez, no no querria eso! Mi expresión se volvió horrorizada de solo pensarlo, tal vez quería arrebatarme mi virginidad… No no podía permitir que nada de eso sucediese, todo en mi era puro, nunca había recibido un beso, nunca había visto a nadie d ela forma en que lo veía a el.. Que me sucedia?
No sabia a que se refería con soltarme, peor me lo imaginaba, que fuera mas dueña de mis decisiones, tal cual como siempre había soñado – Disculpe pero… Eso es algo que no se hacer..-Dije avergonzada con las mejillas con un palido enrojecimiento que mostraban que era verdad lo que decía, realmente no sabia como hacer Nada... Tal vez porfin lo había encontrado? Aquel que me ayudaría a escapar de mi verdugo? deje de hacer fuerza en mis brazos, y en todo mi cuerpo

por **Lucifer Verðandi** Lun Oct 31, 2011 7:06 pm

Lucifer enarcó una ceja, claramente sorprendido. – ¿Cómo no vas a saber...? Oh, olvídalo. –Masculló, poniendo los ojos en blanco. Poco sabía de los Lagerlof, pero tenía entendido que eran de esos clanes de puritanos que rechazaban su propia naturaleza, vistiendo las ropas más finas y fingiendo ser los humanos que no eran. Aquello hizo sonreír al vampiro. –Es más fácil de lo que crees, en realidad… –Ronroneó, pasando una mano por las caderas de la muchacha, subiendo por su espalda hasta llegar a su cabellera, donde con un ágil movimiento se deshizo del peinado, haciendo que su rubio cabello cayese, ondulado por el moño. – ¿Ves? –Le dijo, con una sonrisa coqueta asomando por los labios. Con sumo cuidado, listo para alejarse por si a la chica se le ocurría soltarle otra bofetada, bajó la mano, posándola en su espalda baja, y acercándola con suavidad a él. Contempló con satisfacción como sus mejillas se sonrojaban, y con lentitud, ladeó la cabeza, posicionándola sobre su hombro y acercando sus labios al cuello ajeno. –Hueles delicioso… –Murmuró, divertido, mientras volvía a quedar frente a frente, y a un centímetro de rozar sus labios.

por **Marié Lagerlof** Mar Nov 01, 2011 11:06 am

Despues de mis palabras un pensamiento represivo vino a mi, que etsaba haciendo? El me estaba toqueteando, peor se sentía tan bien, la mezcla de adrenalina con el miedo, había poco que saber para entender a mi familia, no eramos unos licans pacificos, es mas cada vez que podía mi padre iba d primero a formular guerras para ganar territorios o para irse en armas contra el otrbellino rojo, solo que nosotros preferíamos el perfil bajo… Al menos el.

Su mano se deslizo por mis caderas hasta mi espalda, haciendo que mi corazón latiese mucho ams rápido, y que mis mejillas se sonrojasen ante el contacto ajeno del vampiro, era algo que nunca había sentido me daba cierta pena mirarle a los ojos sin embargo no podía evitarlo quería perderme en sus ojos azules, pero no no podía ceder, o podía ser la comida de este ser malvado. Cuando mi cabello ondulado cayó en mi espalda, demostrándome y recordándome lo exquisito que era tener el cabello suelto a duras penas pude formular un Detente! inseguro. El sonrio, yo me limite a asentir con la cabeza, tenia pena, estaba descubriendo cosas nuevas junto con un vampiro! Mas prohibido imposible, mi mente era un mar de contrariedades, el se poso en mi hombro, rozando sus labios en cuello su respiración me agitaba, se puso frente a mi yo no sabia que hacer estábamos a tan pocos milímetros, que instintivamente pase mis manos por su cuello hasta llegar a su cabello en donde entrelace mis dedos, parecía que íbamos a besarnos estábamos apunto, pero me arrepentí a ultimo momento dándole un beso en la mejilla – Gracias por todo… - Ahora si debía irme podía oler y escuchar las guardias de mi padre acercándose, y ahora yo apesataba completamente a vampiro…