Visitando a un guerrero (libre)

Era la época perfecta para prestarle respetos a la persona que mas e amado en la eternidad... mi padre. Cuando murió en combate realmente no quedo mucho de el, solo un puño de cenizas pero uno de los amigos mas cercanos a mi padre logro regresar con una parte de aquellas cenizas y como nos familiarizamos mucho con algunas costumbres, decidimos enterrar aquella pequeña caja de cenizas en el cementerio... supongo que para tener a un lugar al cual acudir cuando los vivos simplemente no cubren el sentimiento de soledad. Así que cuando el sol comenzo a caer, me acerque al lugar con unas rosas que mi madre había plantado para la ocasion... tenia la usual mezcla de muchas rosas rojas hermosas y justo en medio, una rosa blanca que aun no había abierto sus pétalos...jamas me explico por que.

-Bueno aquí estoy...- susurre arrodillandose frente a la lapida de mármol -mira lo que te mando mi madre, aun no entiendo por que siempre lo hace así pero... supongo que nunca lo sabré si no pregunto ¿cierto?-

Limpie el pequeño lugar de pasto verde y quite las flores marchitas del florero pegado a la lapida para reemplazarlas por las nuevas. Me gustaba hacer ese pequeño ritual mientras lo único que escuchaba a mi alrededor, era el sonido de las hojas sopladas por el viento o en de vez en cuando susurros de gente que pasaba a mi alrededor.... digamos que aquí no importaba tanto si era extraña o de otra raza, por respeto a los caídos nadie me decía nada. También recordaba que una vez el me dijo "solo hay un lugar en la tierra donde enemigos pueden declarar una tregua, donde los caídos reposan esperando a nuestra llegada... el cementerio" y mi madre siempre pensó que, aun siendo de distintas razas y teniendo distintos reyes... cuando un soldado fue memorable nadie seria tan cobarde de atacar en el lugar donde ahora estaban sus restos por respeto.

-Aun no vemos cambio de poder...pero como te prometí el día que supe que habías muerto.... serviré a nuestros reyes tomando tu lugar junto a las tropas y cuidare a mi madre, tu habrías echo lo mismo y... no defraudare a nuestra familia.....hasta que el vuelva- susurre acariciando con la yema de los dedos su nombre tallado en el mármol.

Cuando era pequeña y veía a mi padre entrenar junto a mi hermano o a sus tropas, jamas pensé que el podría morir, lo creía infinito, poderoso y fuerte, creía que no importara con que arma se le intentara hacer daño a el jamas le harian tal cosa ya que su piel seria como el diamante... impenetrable. Por lo que el estar aquí, intentando no mostrar tantas emociones, me hacia sentir un nudo en el estomago, al recordar como aquellos soldados regresaron mal heridos y que mientras yo como ingenua niña buscaba entre ellos a mi padre nunca lo encontré, creo que debía adivinarlo por la forma en que todos me miraban, era como si a ellos les doliera ver mi rostro pero simplemente a esa edad jamas supe por que, solo me hacia a la idea de que tal vez era por sus heridas...pero cuando uno de ellos dijo aquello a mi madre, todo cambio, mi mundo se vio dentro de uno mas crudo y real. Y aquí estaba recordando lo que alguna vez el me dijo...

-Si te tuviera aquí...serias el único en saber lo que tengo yo que hacer- susurre sintiendo como el viento movía ligeramente mi cabello.

Estaba concentrada en todas las imagenes en mi mente, cuando me cargaba y me daba vueltas, o cuando me descubría espiándolos a el y a mi hermano mientras entrenaban, como solía regañarme por estar ahí y no con mi madre... pero después me ponía a pelear contra mi hermano y me felicitaba por lo que había aprendido. De repente sentí un olor distinto en el aire y unas rosas aparecieron a un lado mio, haciendo me voltear sobre mi hombro al tiempo que escuchaba aquello que la chica me decía; en lo personal no era mucho de hacer amigos, pero al ver las buenas intenciones, simplemente tome las rosas y las puse junto las mías, para después ponerme de pie,.

-Si bueno, fue un gran guerrero de los capuleto y... si hay una cosa que el me enseño es que, un buen guerrero siempre tiene la bendición de los caídos y fortalecen su espada- dije mirando mi espada la cual había pertenecido a mi padre -pero te agradezco el respeto y las flores... me llamo Charlotte Noir- dije haciendo una ligera reverencia con mi cabeza.

Miraba a la tumba con algo de nostalgia pero pronto suspire y me voltee hacia la chica, no me molestaba en absoluto que estuviera ahí, de echo hasta me hacia un gran favor o terminaria seguro saliendo de aquí algo triste y muy preocupada por lo que podría pasar en un futuro.. lo se algo demasiado profundo pero suele pasarme cuando vengo a visitar a mi padre. Baje un poco la mirada y le hice una señal a Lilith que me siguiera hasta estar en una baca bajo un enorme roble, sentando me y mirando al cielo algo pensativa, no sabia muy bien como explicar lo que sentía pero sabia que ella seria alguien que escuchaba, además aparentemente no venia con alguien por lo que digamos que vi esto como una oportunidad...

-Bueno, la verdad es que no suelo venir mucho aquí.. solo cuando es el aniversario de mi padre o cuando necesito pensar- dije al fin rompiendo el silencio -es que, no soy de hacer muchos amigos.. y el siempre me dijo que podría encontrar la sabiduría que necesitaba en lugares como este, donde pidiendo ayuda de nuestros guerreros con suerte llegaríamos a estar bien-

Observe primero a un costado, donde se podía ver como otra gente llegaba a dejar flores en las tumbas. Observaba como una mujer iba con un pequeño velo en la cabeza y dejaba unas flores muy alegres en una tumba, estaba también un señor a su lado y un niño, todos parecían estar triste pero.. no lloraban y dejaban un pequeño juguete de madera en la tumba... esto me hizo bajar la mirada y regresar la a Lilith. Suspire ligeramente y el viento soplo de forma lenta y el ambiente se lleno de una extraña paz.. se sentía en el aire y simplemente se sentia bien.

-Lilith... ¿siempre haces eso?- pregunte al fin al verla -quiero decir... si no tienes a gente aquí... ¿siempre vienes a donar algo de flores a los que están aquí?- mire al gran árbol -es inusual que alguien lo haga y cree me que no lo digo por que sea malo, solo que la gente ya no hace cosas del corazón como antes-